SOBRE MÍ

¡Te contaré un poco sobre mí!

 

    Soy Jorge Bechara, nací en Venezuela, en un pueblito llamado San Juan de los Morros. Tengo ascendencia árabe, pues mis padres llegaron a Venezuela cuando eran muy niños. Mi historia se resume en experiencias vividas y en aprendizajes que han dejado huellas en mi corazón. Desde muy chico tuve miedo a los Odontólogos, porque viví una experiencia muy dolorosa; eso me llevó a preguntarme inconscientemente, el porqué había vivido esa situación traumática con una de mis muelas. 


    Nunca recibí de mis padres la educación para cuidar mi salud bucal, llevándome a experimentar el dolor más grande… claro, era un niño de 6 años. Algo me impulsó a leer sobre los dientes e interesarme en esos temas, finalmente estudié y me recibí como Odontólogo. Allí comprendí, que los temas no resueltos, quedan registrados en nuestro inconsciente hasta que logramos descifrarlos. 


    Aunque tengo los mejores padres del mundo, viví muchos abusos. Fue una infancia muy complicada y difícil para un niño de esa edad (esto último lo desconocen mis padres) Eso generó en mí, un profundo dolor y resentimiento, que me llevó a buscar ayuda. Quise buscarla en la religión, y no la hallé. La busqué en el mundo, y no se dejaba ver, finalmente inicié mi viaje y búsqueda interior, hasta que descubrí que el responsable de mi propia felicidad soy yo.


    Al principio fue complicado, porque no sabía cómo manejar mis emociones. Siendo muy chico, tuve memoria de abandono emocional, por parte de mi madre. Un niño de 7 años no entiende de conflictos matrimoniales, ni de otros temas que ocurrieron en casa. Sin embargo, nunca alojé en mi corazón una pizca de rencor por mi mamá, y siempre estuve cerca de ella, ya que no vivíamos en la misma casa.


    De la mano de mi Padre y en compañía de mi hermano, salimos adelante. Desde que tengo uso de razón, me he apasionado por el mundo espiritual y sus misterios. Siempre quise saber el porqué y el para qué de las cosas, siguiendo las directrices de mi alma y sus experiencias vividas.


    Una vez cuando tenía 9 años, mi padre me observaba mientras yo veía una telenovela, y me dijo estas palabras: »No pierdas tu tiempo en telenovelas, eso no deja nada productivo, mejor lee libros». Algo en mí se activó y me hizo despertar. A partir de ese momento las palabras de mi papá retumbaron en mi consciencia, hasta que me interesé en la lectura. Me deleitaba con cada libro que llegaba a mis manos. Recuerdo que fue la época que más libros compré, sobre temas espirituales y de superación personal.


    Recuerdo que toqué puertas diferentes, me crucé con ideologías, filosofías y diferentes puntos de ver la vida. Sin embargo, tome lo mejor de cada una y seguí mi rumbo.


    En el año 2016, decidí abrir un grupo de sanación en la red de facebook, sin percatarme que tantas almas que estaban vibrando en la misma sintonía que yo, iban a unirse. Recuerdo que éramos 7 personas. Siempre publicaba escritos y artículos, porque dicen que »de poetas y locos todos tenemos un poco». 


  Al ver que el grupo crecía cada día más, ver que tantas personas mejoraban sus pensamientos y sanaban sus vidas con estas herramientas que les facilitaba, me motivaba más. El ver tantos testimonios de milagros, y tantas muestras de gratitud, decidí formarme y reforzar mis conocimientos, con almas maravillosas que considero mis pilares y Maestros espirituales. 


    Me recibí como Terapeuta Familiar Sistémico, porque quería entender muchas cosas de mi árbol genealógico y de mi infancia. Tiempo más tarde me formé como Terapeuta del Método VHP. Me interesó el Reiki y sus maravillas, lo estudié y me formé como Maestro Reikista. Siempre quise conocer el porqué mis palabras creaban mi realidad, y decidí estudiar PNL, comprendiendo que toda palabra que sale nuestra boca, nunca regresa vacía.


    El tema de los Ángeles siempre había sido algo misterioso para mí, hasta que el 9 de febrero del 2019, viví una experiencia muy dolorosa. Estaba cerca de perder a mi madre en una operación. Me aferré tanto a Dios, ese Dios que me costó reprogramar, por tantas cosas que había escuchado en mi niñez de ÉL. Esa sensación de angustia, me llevó a dejarme en las manos de los ángeles y escucharon mi llamado, el dejar a mi madre conmigo. Quería conocer más sobre esos seres de luz, y sin buscar, apareció un ser maravilloso que me formó como Angelólogo. 


    También quiero compartir contigo, esta experiencia que hasta hoy no la comprendo del todo, y me sigo preguntando, ¿Para qué?, ¿por qué a mí? Fue un 13 de agosto del año 2011, a las 4:45 de la madrugada, cuando tuve una manifestación del Arcángel Miguel. Te cuento… estaba en el ordenador investigando unas cosas, y cerca de mí, tenía un vaso con agua, que sin querer derramé en el suelo. En presencia de mi padre, nos percatamos que el agua derramada, formó la silueta del Arcángel Miguel. Desde ese momento comenzó un antes y un después de mi fe y viaje espiritual. Llegaron momentos complicados días después de la manifestación, pero siempre renacía victorioso, porque de cada uno me dejaba una gran enseñanza. Más tarde me volví cómplice de los ángeles y hoy día, me acompañan en todas mis vivencias, actividades y milagros. Sus señales no dejan de mostrarme lo maravilloso que es Dios.


    Tiempo más tarde, quise salir del país y buscar nuevas rutas de vida, pero mis caminos se cerraron temporalmente. Le pregunté a Dios con lágrimas en mis ojos, qué propósito tenía conmigo y a dónde quería que me dirigiera, ya que no estaba ejerciendo mi profesión como Odontólogo en mi país y eso me mantuvo frustrado y decepcionado por mucho tiempo. Recibí muchas respuestas y señales de su parte, comprendiendo que todo en la vida ocurre para nuestro mayor bien. Aún sigo descubriendo lo que la Fuente Creadora ha trazado para mí. La vida es un constante cambio, aprendizaje y reto. Es la metamorfosis del Alma.


    A partir de ese momento, las cosas cambiaron mi panorámica mental. Dios me permitió ejercer mi profesión de Odontólogo en un lugar que siempre soñé. Ahora comprendo el porqué el Universo no me permitía salir de mi país; porque quería verme desarrollando mi dulce profesión, en el país que me vio nacer primero. Ahora veo la vida con los ojos de la sencillez y la comprensión divina. Evito en lo posible recrearme en el conflicto, porque conozco que detrás de tantos misterios divinos, se esconden grandes oportunidades y respuestas para mi máximo bien. Ahora doy valor a las pequeñas cosas de la vida. Las circunstancias de un país en momento difícil, me llevaron a tomar consciencia y a no complicarme en cosas sin sentido. Sí se puede RENACER.


    Como facilitador del dharma, me dedico a llevar amorosamente este mensaje de amor a quiénes estén dispuestos a recibirlo. Quizás no sea un ejemplo de vida para nadie, pero considero que todo en la vida tiene solución, y que no es importante lo que nos sucede, sino lo que hacemos para levantarnos y seguir y hacerlo diferente. Sí se puede sanar, porque yo pude hacerlo y tú también lo puedes lograr. Al pasado misericordia, al presente consciencia y el futuro a la Providencia Divina.


    Hay quiénes aún piensan que he tenido una vida perfecta, porque hablo de amor, luz, abundancia y salud, sin embargo, no ha sido del todo fácil. Con mis sombras he comprendido que la vida es una cajita de regalo y queda de parte de nosotros disfrutar de este hermoso y corto viaje. Mi misión con este pequeño nicho de luz, es que sigas viviendo en GRACIA DIVINA.


    Aprovecho estas líneas, para darte gracias, por seguir de cerquita mi filosofía y apoyarme con tu presencia, que es un regalo para mí.


    Con amor, te bendice Jorge Bechara. 

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